La evaluación de la presión sanguínea ya que permite verificar hipertensión o monitorear los tratamientos en pacientes hipertensos. Esta se mide directamente y es necesaria una buena técnica para obtener los valores correctos y realizar una lectura adecuada. En adultos, la presión sistólica normal es inferior a 120 mm Hg, y la diastólica es inferior a 80 mm Hg. La prehipertensión está comprendida entre 120 - 139 mm Hg en presión sistólica, y 80 - 89 mm Hg en presión diastólica. La hipertensión es superior a 140 mm Hg en presión sistólica y mayor de 90 mm Hg en presión diastólica.
La técnica apropiada para la medida de la tensión arterial consta de los siguientes equipos: estetoscopia y el esfingomanómetro (brazalete, manómetro, vias flexibles, bombilla insufladora y válvula reguladora). Antes y después de la toma, la aguja del manómetro debe estar en cero. El paciente debe estar sentado, con la espalda apoyado al respaldar y piernas sin cruzar. Luego, el personal encargado debe colocar el brazalete en el brazo del paciente y debe encontrar la arteria braquial, para ahí colocar el estetoscopio con una presión apropiada.
Para la medida de la tensión arterial, se debe insunflar hasta alcanzar los 80 mm Hg, luego 10 mm Hg más y liberar la válvula, escuchando atentamente los sonidos producto de la turbulencia del paso de la sangre por la arteria braquial. El primer sonido corresponde a la presión sistólica, y el segundo a la presión diastólica, los tres sonidos restantes son apenas audibles y son fisiológicos, mas no son de relevancia clínica.
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